El tiempo de Adriana Tapia se divide en dos actividades: el cuidado de su cultivo de cebolla colorada y su gestión y administración para que los pobladores de Yuluc, en el cantón Saraguro, en la provincia de Loja, tengan más acceso al agua. Adriana sabe que el cuidado del agua es esencial para que todos sus vecinos tengan qué comer pero también qué vender para subsistir. Estas fotografías muestran un día en la vida de esta lideresa que trabaja en un lugar donde el Estado casi no llega.

Adriana Tapia en medio de sus semilleros de cebolla colorada. Aunque el precio de este producto cayó hasta venderse a 1 dólar el saco, la mayoría de los habitantes de Yuluc la lo siguen cultivando.
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Adriana y su marido Juan quitan la maleza que crece entre las pequeñas plantas de cebolla colorada, en el semillero.

Adriana fue presidenta de la Junta Administrativa de Agua Potable hasta diciembre de 2019. En una reunión con el alcalde de Saraguro ella exige que se mejoren las condiciones y el acceso al agua de su parroquia.

Para que el sistema de agua funcione en Yuluc, todos los miembros de la Junta deben respetar sus turnos y abrir sus tuberías los días que les toca. Cuando incumplen, deben pagar multas.

Adriana, en su habitación, cuenta sobre los diferentes cargos administrativos que ha tenido en su vida. Solo hoy pertenece a tres organizaciones.

Cebolla colorada recién cosechada sobre la mesa del comedor de Adriana Tapia.

En su habitación, Adriana cuelga fotografías de ella, sus padres e hijos.
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Algunos agricultores en Yuluc todavía queman parte de la tierra antes de empezar una nueva fase del cultivo.

Para llegar a Yuluc hay que recorrer paisajes áridos que parecen de otros planetas.